Coitos interruptus
En total son siete. Siete días de vacaciones y la idea es aprovechar y pasar por acá más seguido. Escribe, escribe, que algo quedará. Vivir para decirlo. Una contraorden para ley seca que decreté hace algunos… ¿años? Los amigos de palabra fácil ayudan tantísimo. No sé hasta que punto lo saben. Un homenaje pedorro: queridos, aprendí a linkearlos.
Volviendo al asunto de la escritura, estuve revisando algunos archivos de los últimos tres o cuatro años que se caracterizaron por una abstinencia expresiva casi absoluta. Las excepciones son algunos impulsos de domingo que vistos en conjunto me hicieron notar que escribo en degrade: mis textos, pretenciosos en el despegue, se vuelven escuálidos hasta la anorexia fatal del final. Mientras veo como resuelvo este asuntito del coitos interruptus literario, voy a postear algunas de las cosas que encontré, sólo por el ejercer el placer exhibicionista de publicar.